sábado, 9 de diciembre de 2017





250 harina integral de trigo
250 harina de trigo
25g azúcar moreno
500 ml de agua tibia
Un sobre de levadura
1 pizca de sal


Mezclaremos y amasaremos y una vez esté la masa bien formada, pondremos la masa en un bol y la taparemos con un paño húmedo durante una hora, para conseguir la fermentación  


Después de una hora veremos como la masa ha crecido, volveremos a amasar ligeramente la masa y la volveremos a meter en el bol enharinado y lo taparemos con papel film para no dejar pasar el aire y guardaremos en la nevera durante unas 12 / 24 horas. (Como cuando pase este tiempo hay que manipular lo mínimo posible la masa, yo ya dividí la masa en dos)

Pasado el tiempo de nevera, sacaremos la masa y la dejaremos que se atempere y pondremos un trapo húmedo encima, durante una hora.


Encenderemos el horno a 200º a los 45 minutos de reposo de la masa, y calentaremos el horno durante 15 minutos. Introduciremos  la masa en el horno y dejaremos que actúe durante unos 45 minutos


Cuando saquemos el pan, le daremos unos toquecitos, si suena hueco, significa que está perfectamente cocido.

Yo lo he dejado esta vez más blanquito, pero si lo queréis más tostadito, deja solo el horno superior encendido durante 5/10 minutos (al gusto)

Importante y consejo: Antes de meter la masa al horno hay que realizar unos cortes superiores a la masa, esto es porque cuando está en el horno, se generan unos gases en el interior de la masa y buscan salir, si no hacemos estos cortes, la masa puede explotar por cualquier parte. En mi caso explotó por un lateral, solo es por estética, pero queda mucho más bonito con sus cortecitos!!!

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